El pasado Sábado, 12 de Marzo, la Hermandad de Nuestro Padre Juesús entrego a Nuestra Señora del Valle la medalla de oro de la cofradía con motivo de su Coronación Canónica y el 75 aniversario de su hechura. Un reconocimiento que tambien le fue entregado a la titular de dicha cofradía, Nuestra Señora del Socorro.
Esta entrega se desarrollo al término de la función Principal de la Hermandad, siendo este el primer regalo que recibe Nuestra Patrona en el año de su Coranoción por parte de una Hermandad, y que seguro será solo el primero de una larga lista.
Recibío este reconocimiento el presidente de la Hermandad, D. Guillermo López Toscano, de manos de su homónimo de la Cofradía de la Madruga, expresando tras esto unas bellas palabras de agradecimiento a la corporación. Tras esto la medalla fue depositada a las plantas de la Santísima Virgen.
Previa a la entrega de la Medalla de Oro D.Juan David Martinez Salas procedia a la lectura de un documento en el que se recogía la unión tan especial que existe entre ambas imagenes y que bajo estas lineas les reproducimos:
"Dicen que Sebastián Santos, antes de tallar una imagen, rezaba el rosario a las maderas sobre las que iba a trabajar, conocedor de que esas maderas, por mor de su intervención, pasarían a ser el reflejo en forma de imagen sagrada de Jesucristo o de su Bendita Madre.
Si ello es así, es claro que las dos imágenes que hoy tenemos delante: María Santísima del Valle y María Santísima del Socorro, recibieron al unísono las primeras oraciones en el taller de Sebastián Santos en los meses de verano y otoño de 1936.
Las dos Veneradas Imágenes fueron encargadas por la misma persona, D. Ignacio de Cepeda y Soldán. Las dos –según estudios realizados recientemente- fueron talladas y policromadas usando los mismos materiales. Y cuando el 25 de octubre, La Palma vivía feliz la recuperación de la Imagen de su patrona tras haberla perdido en julio de 1936, en ese mismo momento, se abonaba el importe de la realización de la Stma. Virgen del Socorro.
Nuestras Imágenes y nuestras Hermandades han compartido mucho, muchísimo, a lo largo de la historia. Paradojas de la vida, nuestras antiguas imágenes fueron consumidas victimas de la misma hoguera, y fueron renacidas de las mismas maderas, de las mismas manos, y con las mismas oraciones.
Hemos compartido mucho, muchísimo, no solo la casa, el templo en el que hemos permanecido a lo largo de los siglos, sino que generaciones enteras de nuestros hermanos lo han sido de ambas corporaciones.
Hemos compartido madrugadas, las frias y silentes del viernes santo, y las calurosas y bulliciosas de cada quince de agosto.
Hemos compartido durante años cantidad de enseres, desde este dosel que hoy cobija a Padre Jesús, y que sirvió de primer altar a nuestra Madre del Valle cuando llegó en octubre del 36 a un Valle vacío a estos blandones que te iluminaban en tu novena durante décadas.
Hemos compartido ropas, joyas y camaristas, y las mismas manos que han vestido a una Imagen vistieron a la otra durante años, las mismas alhajas que prendían de un pecho, adornaban la cintura o el tocado de la otra.
Hemos compartido la devoción a Jesús, a ese Divino Niño que la Virgen del Valle muestra al pueblo cada día, y que en la tarde del Jueves Santo lo muestra a sus plantas entregándolo a su ciudad en forma de nazareno caminante.
Hemos compartido altares, y ante tu altar azul se vuelve cada mañana de Viernes Santo ese otro altar itinerante también azul, que es el palio de Ntra. Sra. Del Socorro pidiendo la venia para salir a las calles tras Tu Hijo Nazareno.
En este compartirlo todo, estaban las palabras del padre al hijo bueno cuando regresó el hijo pródigo: “Tú siempre estas conmigo y todo lo mío es tuyo…” Por eso quizá, lo que faltaba era lo que nunca había habido un regalo nuestro, oficial y para siempre.
Y de ahí, el acto de hoy. Hoy esta hermandad que te siente a Tí, Madre del Valle como una titular más, que te reza a Tí cada vez que acudimos a venerar a Nuestras Imágenes, te hace entrega de lo que más la simboliza: su Medalla, su escudo. Y lo hace de una manera especial, ya que queremos seguir siendo tuyos como hasta ahora lo hemos sido, que todo lo nuestro sea tuyo. Eso es lo que hemos querido simbolizar con esta entrega que hacemos de manera doble con motivo del 75 aniversario de las dos imágenes y con motivo de tu gozosa coronación canónica. Por eso, el 18 de febrero del presente año, en Junta de Gobierno aprobó por unanimidad la concesión de la medalla de oro de nuestra hermandad, conjuntamente, a la Virgen del Valle y a la Virgen del Socorro, por la Coronación Canónica y 75 Aniversario, como símbolo de unidad de ambas advocaciones y hermandades.
Queremos, Señora, que cuando nuestra medalla luzca en vuestro pecho, alguien piense siempre que en el pecho de María Santísima del Socorro, luce otra igual, porque ese será el pensamiento que tendremos nosotros cada vez que lo hagamos con nuestra Venerada Titular.
Aportar por ultimo, que con esta concesión se hace entrega del mayor distintivo que la Hermandad puede conceder, pues supone la concesión de la Medalla de la Hermandad, con el rango de Medalla de Oro, al tiempo que expresamos nuestra gratitud al hermano que ha tenido a bien donarlas para que a la Hermandad no le suponga gasto alguno. Las medallas han sido realizadas por los conocidos orfebres Ramón León, Padre e hijo del sevillano barrio de Triana, habiendo sido realizadas en plata de primera ley, doradas en oro fino en justa coherencia con la idea de austeridad que la hermandad quiere hacer suya en estos momentos difíciles para tantas familias palmerinas sin renunciar al símbolo que queremos reflejar."
Foto: José Mª Pichardo