domingo, 21 de noviembre de 2010

Salus Infirmorum



Gotas gélidas de otoño tras la ojiva de los siglos, en su interior María se muestra como mediadora del Espíritu Santo entre enfermos y mayores.

Desde temprano, a eso de las 11 de la mañana, las personas mayores y los enfermos fueron llegando a cuenta gotas para ocupar su sitio junto a Nuestra Patrona en busca de la fuerza del espíritu.

La celebración comenzó con unas bonitas y placenteras palabras del presidente de la hermandad, Don Guillermo López Toscano, a las cuáles precedieron a las de nuestro Párroco, el R.P.D. Francisco J. Martín Sirgo, para dar comienzo al rito de la Unción de Enfermos. Tras la lectura del evangelio nuestro Párroco impartió la bendición a los asistentes para posteriormente acercarse a los ancianos y enfermos mientras que estos permanecían en su lugar, meditando mientras se oían en el silencio los reflexivos cantos de un grupo de hermanos.

Uno a uno, el sacerdote fue ungiendo a cada persona con el óleo Sagrado haciendo la señal de la cruz en la frente y cada una de las manos, transmitiéndoles al finalizar la paz con un suave abrazo. Rostros de emoción marcados por la Fe en cada uno los asistentes al recibir la fuerza del Espíritu Santo que les acompañará en su lucha diaria camino de la vida eterna. Paral finalizar el acto, tras orar todos en comunión con el Padrenuestro, se rezó la Salve a Nuestra Madre del Valle para que así se hiciera el sacramento realizado aún más firme si cabía.

Poco a poco, enfermos y mayores, retornaron a su rutina diaria acompañados por la fuerza del Espíritu, que Nuestra Señora del Valle les ha entregado como presente de gratitud por su fe y devoción que han ido forjando su corona con susurros de oraciones a la celestial mediadora que La Palma implora como Salus Infirmorum.

















Fotos: José Mª Pichardo

No hay comentarios:

Publicar un comentario