A los jóvenes, porque en vosotros esta la fe de nuestros mayores
Fotos: José Mª Pichardo
Flores, banderolas, pancartas, alfombras florales,. . . engalanaban las calles por las que nuestra Patrona fue trasladada a la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista.
La Palma amanecía vestida de gala, fruto del esfuerzo de una juventud unida bajo la atenta mirada de su madre del Valle. Juventud que ha trabajado noche y día para alzar sobre el cielo palmerino decenas de guirnaldas de flores, banderolas y pancartas, sacrificando en estas fechas tan entrañables el tiempo para estar con la familia y amigos en favor de su Patrona en torno a la cual forman una gran familia, una familia unida, sin distinciones, en la que todos y cada uno de su miembros aportan su grano de amor con el que contribuyen a enaltecer esta entrañable efeméride de la Coronación Canónica. Pero si hay algo que caracteriza a esta familia de jóvenes es que son jóvenes de Hermandad comprometidos con la Iglesia y que defienden y aman a María como Inmaculada Madre de Dios, y senda segura que conduce a Él. Por eso desde estas líneas oramos a la Santísima Virgen para que bajo el amparo de su atenta mirada guíe a los jóvenes por la senda segura del Valle y que en momentos de amargura, lágrimas o dolor sea socorro y auxilio en su vidas impregnándolas con el rocío de la fe para que encuentren a Dios en su quehacer diario.
A las puertas de la pequeña ojiva, en la Plaza de Nuestro Padre Jesús, el grupo joven de la Cofradía de la madruga ofreció a la Santísima Virgen una alfombra de pétalos en la que se encontraba el anagrama de María coronado y el lema "Volverás Coronada", a su vez lleno de eucalipto y romero el camino que seguiría la Virgen hacia la Calle Real, donde banderas verdes y flores en la misma tonalidad entre otras blancas formaban un techo artesanal que cobijo a la Señora. Junto a esta aromática alfombra una pancarta daba la bienvenida a la Señora aclamándola como " Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, Esposa del Espíritu Santo".
En la recoleta calle General Ballesteros las guirnaldas de flores y banderas rojas recibían a la señora en un lugar que guarda buenos recuerdos para muchos jóvenes, ya que allí se han elaborado gran parte de los adornos que decoraban las calles, en el salón de una humilde y devota familia de nuestra Patrona, al calor de la chimenea entre el sonido de las coplas de campanilleros.
La calle San Sebastián se revistió de banderitas verdes, color de la Hermandad, y proclamo con tres pancartas alabanzas a su madre del Valle, en la primera se recogía el comienzo del poema de Dña. Mª Lourdes A. Morgado "En el principio fuiste Tu" el cual cita " Antes que fuera la Palma ya estabas Tú, Madre mía . . .", la segunda pancarta acogía la añeja letanía a Nuestra Señora del Valle " Regina Vallis, Salus Infirmorum, ora pro nobis" y en la última se sentenciaba "La Palma te corona, María Valle de amor". Junto a todas estas suplica y oraciones se encontraban el anagrama de María, las coronas de la coronación y el escudo de La Palma respectivamente.
La calle Virgen del Socorro quedaba techada por las mismas banderitas que su antecesora, siendo la antesala de una Plaza de España engalanada con banderas rojas y tirillas de flecos verdes las cuales llevaron a nuestra Patrona hacia el pórtico de la Iglesia Parroquial, con una enorme banderola de la coronación presidiendo la torre. El porche del templo parroquial fue especialmente engalanado por el grupo joven del cautivo con colgaduras y flores, además de una alfombra de pétalos y romero a los pies de los escalones que dan acceso a la puerta principal de la Parroquia, donde descansa ya la Señora del Valle.
La Palma amanecía vestida de gala, fruto del esfuerzo de una juventud unida bajo la atenta mirada de su madre del Valle. Juventud que ha trabajado noche y día para alzar sobre el cielo palmerino decenas de guirnaldas de flores, banderolas y pancartas, sacrificando en estas fechas tan entrañables el tiempo para estar con la familia y amigos en favor de su Patrona en torno a la cual forman una gran familia, una familia unida, sin distinciones, en la que todos y cada uno de su miembros aportan su grano de amor con el que contribuyen a enaltecer esta entrañable efeméride de la Coronación Canónica. Pero si hay algo que caracteriza a esta familia de jóvenes es que son jóvenes de Hermandad comprometidos con la Iglesia y que defienden y aman a María como Inmaculada Madre de Dios, y senda segura que conduce a Él. Por eso desde estas líneas oramos a la Santísima Virgen para que bajo el amparo de su atenta mirada guíe a los jóvenes por la senda segura del Valle y que en momentos de amargura, lágrimas o dolor sea socorro y auxilio en su vidas impregnándolas con el rocío de la fe para que encuentren a Dios en su quehacer diario.
A las puertas de la pequeña ojiva, en la Plaza de Nuestro Padre Jesús, el grupo joven de la Cofradía de la madruga ofreció a la Santísima Virgen una alfombra de pétalos en la que se encontraba el anagrama de María coronado y el lema "Volverás Coronada", a su vez lleno de eucalipto y romero el camino que seguiría la Virgen hacia la Calle Real, donde banderas verdes y flores en la misma tonalidad entre otras blancas formaban un techo artesanal que cobijo a la Señora. Junto a esta aromática alfombra una pancarta daba la bienvenida a la Señora aclamándola como " Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, Esposa del Espíritu Santo".
En la recoleta calle General Ballesteros las guirnaldas de flores y banderas rojas recibían a la señora en un lugar que guarda buenos recuerdos para muchos jóvenes, ya que allí se han elaborado gran parte de los adornos que decoraban las calles, en el salón de una humilde y devota familia de nuestra Patrona, al calor de la chimenea entre el sonido de las coplas de campanilleros.
La calle San Sebastián se revistió de banderitas verdes, color de la Hermandad, y proclamo con tres pancartas alabanzas a su madre del Valle, en la primera se recogía el comienzo del poema de Dña. Mª Lourdes A. Morgado "En el principio fuiste Tu" el cual cita " Antes que fuera la Palma ya estabas Tú, Madre mía . . .", la segunda pancarta acogía la añeja letanía a Nuestra Señora del Valle " Regina Vallis, Salus Infirmorum, ora pro nobis" y en la última se sentenciaba "La Palma te corona, María Valle de amor". Junto a todas estas suplica y oraciones se encontraban el anagrama de María, las coronas de la coronación y el escudo de La Palma respectivamente.
La calle Virgen del Socorro quedaba techada por las mismas banderitas que su antecesora, siendo la antesala de una Plaza de España engalanada con banderas rojas y tirillas de flecos verdes las cuales llevaron a nuestra Patrona hacia el pórtico de la Iglesia Parroquial, con una enorme banderola de la coronación presidiendo la torre. El porche del templo parroquial fue especialmente engalanado por el grupo joven del cautivo con colgaduras y flores, además de una alfombra de pétalos y romero a los pies de los escalones que dan acceso a la puerta principal de la Parroquia, donde descansa ya la Señora del Valle.
Fotos: José Mª Pichardo