viernes, 7 de enero de 2011

Traslado a la Parroquia (II): El Santo Rosario


Mañana de melancolía en la vieja Ermita, a oscuras quedó la hornacina donde guarda La Palma la luz de sus promesas. El recien nacido en sus brazos despierta en la amenecida entre nanas de Avemarias y el tañir de campanillas. Alegría en sus rostros se refleja, las familias cristianas estan unidas en su corona.

Una mañana inesperada amaneció el 26 de diciembre de 2010, día en el que Nuestra Señora del Valle recorrería algunas calles de su pueblo en busca del que sería su nuevo hogar durante casi un año, la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista.

El cielo estaba teñido de un azul añil impresionante en el que no reposaba ni una sola nube por muy blanca que fuera. Una mañana radiante en la que el sol brillaba buscando acariciar el rostro de la Señora y en la que la temperatura era la más adecuada para ese momento tan esperado.

Flores de papel, banderolas, pancartas,… multitudes de adornos flotaban sobre las calles del recorrido oficial… recorrido por el que la Patrona iría meciéndose sobre los hombros de sus hijos durante todo el traslado. La iglesia del Valle se llenó de seriedad y formalidad cuando nuestro obispo , Don José Vilaplana Blasco, atravesaba la puerta del castillo patronal bendiciendo a todos los allí presentes, sobre todo a los de menor edad, acariciando sus mejillas y unciéndolos con la señal de la cruz. El Reverendo Padre se adentró al Valle acercándose primeramente hacia el altar donde se encontraban los titulares de la hermandad de Semana Santa de la madrugada palmerina y luego se dirigió hacia el rincón rociero en el que se encontraba el simpecado de la Hermandad del Rocío de nuestra localidad. Últimamente, y como uno de los momentos más esperados de la mañana, nuestro obispo se encaminó hacia los pies de Nuestra Madre y Señora, que tan callada se encontraba bajo su ojiva, y arrodillándose delante de Ella oró para sí mismo bajo la mirada de todos los allí presentes.

Luego se empezó a formar el Santo Rosario en torno a Ella y con la presencia del Rvdo. Padre D. José Vilaplana, el cual porto entre sus manos las cuentas de un nuevo rosario de Nuestra Señora del Valle ya que su anterior rosario lo habia regalado a un preso en la cárcel el día anterior. Precisamente por ellos, los presos, y sus familias ofrecio el obispo el Santo Rosario, asi como por las demas familias cristianas.

Abriendo el cortejo la cruz de guía seguida de los fieles que iban canturreando los sones de los campanilleros que acompañaban a la Virgen. En su corto recorrido por el Valle, Nuestra Patrona quiso despedirse de las hermandades que hacen de compañía para Ella en el interior del castillo mudéjar. Primeramente fue llevada hacia la capilla de Nuestro Padre Jesús y acto seguido hacia las plantas del Simpecado Mariano de la hermandad el Rocío.

Otro de los momentos especiales del traslado fue la salida de Nuestra Patrona por la puerta pequeña del Valle, una puerta que hacía años que no atravesaba. Las pequeñas y plateadas estrellas de su restaurada ráfaga rozaban el dintel de la puerta mientras que muchos de los que allí se encontraban se quedaban maravillados ante tan bella estampa.Una vez atravesada la puerta Vallera, Nuestra Patrona pudo pisar una hermosa alfombra roja en la que unos coloridos pétalos dibujaban el lema: “Volverás Coronada”. Regalo ofrecido por el Grupo Joven de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Unos jóvenes que esperan con ansia el día en que su Madre del Valle vuelva a pisar el suelo de su ermita con su corona de oro sobre sus sienes.

El traslado duró escasamente una hora… pero fue una hora llena de preciosos momentos emotivos y entrañables bajo la atenta mirada de Nuestra Señora del Valle. Centenares de personas se acompañarón a la señora en su traslado, familias enteras que se unierón para rezar con fe sincera y profunda el rosario a la Virgen. El sonido de bandurrias y campanillas halla por Real y San Sebastián hacian presentes rumores de la noche agosteña, esa que La Palma aguarda para volver a ver a su madre por las calles.

A su llegada a la Iglesia Parroquial, se vio envuelta en una manta extensa de fieles que quisieron acercarse para escuchar la función predicada por el obispo de Huelva. A los pies de la iglesia de San Juan Bautista nos pudimos encontrar con una preciosa alfombra de romero y pétalos realizada por los Jóvenes de la hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo. Una alfombra depositada con mucho esmero para que Ella pudiera pasar con elegancia.

Al llegar allí, fue recibida con una grandísima ovación en forma de aplauso mientras que Ella recorría el pasillo central de la casa del Señor hasta que fue depositada sobre el altar mayor desde el que fue predicada la misa de la familia en su honor.













































Fotos: José Mª Pichardo

No hay comentarios:

Publicar un comentario